domingo, 14 de julio de 2013

Y tan feliz


Vueltas y más vueltas. No consigue conciliar el sueño. Se incorpora y enciende la luz. Su móvil, sobre la mesilla, parece mirarla. Se siente culpable. Culpable por perderse en otros ojos, por soñar con otros labios, por pensar en otros besos, por escuchar otra voz en su cabeza. Porque si no duerme
esta noche no es porque extrañe su cama sino porque está pensando en otro que no es él. ¿Cómo puede siquiera pensar en ese chico tan atractivo, en sus labios tiernos y rojos, en sus ojos brillantes, en sus manos suaves, en sus mejillas ruborizadas, en su voz dulce y melodiosa, en su cuerpo atlético…? No, tiene que sacarle de ahí pero ya. El problema es que ya es tarde, tal vez demasiado.

 

 

 
¿Qué habrá querido decir? ¿Una locura? ¿Por qué le asustaba tanto la idea de ser su hermano? ¿Tan mala es como hermana? ¿O es que no la quiere solo como hermana o amiga? No, imposible: ¿cómo va a fijarse Bruno en una chica como ella? ¿Entonces? No es mala hermana, ¿no? Dani parece feliz. Y ese es otro problema: Dani sigue bajo la tutela de su padre y ahora que ella es mayor de edad va a hacer todo lo posible para que eso cambie. Va a hablar  con ese hombre cuanto antes. Ella es la que siempre se ha ocupado de su hermano y ahora quiere hacerlo de forma oficial.  Aunque si su padre se resiste necesitará un abogado y para contratarle dinero y no será fácil obtenerlo. Antes no era complicado conseguir un trabajo como camarera en cualquier bar del barrio pero ahora la cosa está más difícil con no sé cuántos millones de parados. Además con el aumento de impuestos de luz y gas y todo eso, cada vez les cuesta más llegar a fin de mes y si contamos con que a partir de ahora su padre sólo va a pagar la parte de su hermano, el futuro se ve cada vez más negro. Y la verdad es que sus sentimientos pasan a un segundo plano, es mejor dejarlos apartados por lo menos por ahora.

 

 

-¿Que ha hecho qué? ¿Se ha largao de casa de sus padres?
-Sí. Valen me lo dijo.
-No es para tanto, ¿no?-interviene Bruno.- Ya es mayorcita.
-Si no es eso, lo que me jode es que no me haya dicho nada. Creía que siendo su novio me merecía esa información pero parece que no.
-No te pongas así, seguro que te lo iba a decir, se le habrá pasado- Azahara intenta defender a su amiga aunque comparte la opinión de Sergio.
-¿Sí? ¿Y cuándo me lo iba a decir? Ya han pasado tres días, a mí parece suficiente.

El móvil de la chica empieza a sonar en su bolsillo. Es Valentina. Es viernes y a estas horas suele estar en la academia de baile. Azahara se extraña pero aun así responde a la llamada.

-Menos mal que lo has cogido, necesitaba hablar contigo.
-Pero ¿no deberías estar bailando?
-No, hoy no tengo clase. Además tengo que contarte algo porque si no exploto.
-Claro, dime.
-Es Lía. No sé cómo ha podido ser capaz.
-¿De qué?
-De traicionarle así.
-¿A quién? ¿Podrías ser más explícita, por favor?
-¡Se ha liado con Ricky!- chilla Valen-. ¿Te ha quedado claro ahora?
-A mí sí y a Sergio también. Estoy con él y con Bruno y te acaban de oír.
-Me da igual, tenía que enterarse del tipo de novia que tiene. Además, lo iba a acabar sabiendo tarde o temprano. Mejor así. Tenía que saber que su novia es un putón.
-¡Valen! Que es tu prima.
-Y un putón. Si no, ¿por qué se liaría con otro que no es su novio? Te dejo que tengo cosas que hacer, ya hablaremos. Un beso.

Azahara cuelga y mira a los chicos. Sergio no parece tan molesto con la noticia como ella había previsto. Bruno, en cambio, parece estar algo más consternado.  
-¿Estás bien? Tío, ¿estás sonriendo?- le pregunta incrédulo a su amigo.
-Nuestra relación no iba bien desde hacía tiempo y ahora tengo la excusa perfecta para acabar con ella.
-¿Y ya está? ¿No vas a cabrearte ni a subirte por las paredes ni a romper nada ni a romperle la nariz a ese tío? ¡Te acaban de poner los cuernos!-le dice la joven-. ¿No vas a hacer nada?
-Sí, voy a ir a decirle que se ha acabado.
-Cada día os entiendo menos, de verdad, una semana os matáis por una tía y al día siguiente sonreís cuando os pone los cuernos. Luego somos nosotras a las que no se nos entiende. Mejor me voy, tengo que ir a visitar a mi abuela, ya me contaréis cómo acaba esto. Adiós, chicos.

Azahara se marcha de la casa de Bruno. Los chicos permanecen sentados en el sofá. Bruno intentando explicarse cómo puede darle igual a su amigo que su novia desde hace once meses le haya sido infiel.

-De verdad, ¿no te importa?
-Llevaba buscando una excusa para dejarla desde que conocí a Azi.
-¿Todo es por Azi? Ya te dije que no quería novio, que ella está mejor así.
-Pero yo no. Además que si no quiere novio es porque no me ha visto como una posibilidad.
-Ya, será por eso. Es tu último capricho, ¿no? ¿Cuánto vas a tardar en cansarte de ella y dejarla tirada como vas a hacer ahora con Lía? No, no vas a hacer eso con Azi, no voy a dejar que le hagas daño.
-¿Qué? Yo no voy a hacerle daño. Además ¿a ti que más te da que salga con ella? ¿Te mola?
-No, para nada. Yo sólo la quiero como amiga pero no voy a dejar que nadie le haga daño así que piénsatelo dos veces antes de hacer algo de lo que puedas arrepentirte.
-Te has vuelto muy sobreprotector con ella, ni que fuera tu hermana.
-Ya.

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