martes, 30 de abril de 2013

El cuadro


A las diez y media de la mañana, la chica se despierta y le cuesta un par de minutos darse cuenta de que está en el sofá y que el brazo que la rodea es el de Bruno. Mira el reloj que hay sobre la mesita y cae en la cuenta de que si Dani no se ha despertado todavía debe de estar a punto de hacerlo. Retira con cuidado el brazo de Bruno y se levanta. A pesar de sus intentos por no despertarle, el chico abre los ojos.

-Buenos días, preciosa.
-Buenos días. ¿También hoy te has despertado adulador?
-Sí, me pasa muchos días, vete haciéndote a la idea.
-¿Tú no deberías estar en tu casa?
-Sí, pero me quedé dormido.
-Te va a caer una cuando llegues…
-¡Qué va! Si no hay nadie. Hugo iba a ir no sé dónde.
-Entonces, ¿te quedas a desayunar?
-Claro.

Dani aparece por la puerta del salón.
-¿Bruno? ¿Qué haces aquí?
-Me quedé dormido. ¿Te molesta que me haya quedado?
-No, me encanta.

 

 

-¿De dónde vienes?
-De casa de Azahara. He estado con ella y con su hermano. Además, ¿a ti qué más te da?
-Me da lo mismo, pero ha llamado papá y ha dicho que vienen a comer.
-¿Pero no iban a estar fuera todo el finde?
-Pues ya ves que no.

Bruno va a darse una ducha y a cambiarse de ropa. Al salir de su cuarto sus padres están allí. Después de comer consigue quedarse a solas con su padre.

-Hijo, ¿qué te pasa? Anda, cuéntamelo.
-Prométeme que no te vas a enfadar.
-¿Qué has hecho, Bruno?
-Entré en el cuarto del desván.
-¡Bruno!
-Lo siento, pero apareció Hugo y fue el primer sitio donde pensé en esconderme. Y allí vi un cuadro y…¡Yo conozco a la chica de ese cuadro!
-Eso es imposible.
-No, he estado esta mañana con ella.
-No es ella. Ven, acompáñame.

Juntos suben al desván y entran en el cuartito.
-¿Cuál es el cuadro que viste?
-El primero.
-Este lo pinté hace más de veinte años. No puedes conocer a Diana.
-No, no se llama Diana, es Azahara.

El corazón del padre de Bruno se acelera y su respiración se vuelve trabajosa. Su mirada está ausente como recordando viejos tiempos.

-¡Papá! Papá, ¿estás bien?

Asiente.
-Quiero conocerla.
-¿A Azahara?
-Sí.
-Ahora mismo la llamo pero, ¿para qué?
-Es una larga historia y ella también debería conocerla.
-Vale. Vamos abajo, tengo el móvil en el salón.

El móvil está en el salón, sí, en la mesa y justo a su lado está la cámara.

-Mira, papá, tengo una foto suya. No se la ve muy bien pero bueno. Toma, mírala mientras hablo con ella.

Bruno le pasa la cámara a su padre y se va a su habitación.

-Hola, hace nada que te has ido, ¿ya me echas de menos?
-Sí, pero no te llamo por eso.
-¿Entonces?
-Es mi padre, quiere verte.
-¿Por qué? ¿Se ha enterado de que fui a ver sus cuadros?
-Yo se lo he contado.
-¡Bruno! ¿Por qué?
-Es una historia muy larga.
-Pues resúmela.
-Vale, cuando tiraste el taburete en el cuarto, se cayó una sábana que cubría un cuadro y en él vi a una chica que juraría que eras tú.
-¿Qué? Te has vuelto loco.
-No. Te prometo que no miento. Ven, por favor, mi padre quiere verte y hablar contigo.
-Como me estés mintiendo…
-No lo hago.
-Estoy ahí en cuanto pueda.
-Gracias, eres la mejor.

Bruno vuelve al salón y le comunica a su padre que su amiga vendrá en un rato. No recibe ninguna respuesta. Su padre está hipnotizado con la imagen de Azahara. Se sienta a su lado.

-Papá, ¿quién es Diana?

domingo, 21 de abril de 2013

Viernes


Viernes. Azahara vuelve del instituto pensando ya en la peli de esta tarde. Al final será sólo para Bruno, Dani y ella. Ainara ha preferido quedar con su nuevo novio y Leo e Irina han decidido dejar pasar algo de tiempo antes de volver a su antiguo hogar. Pero no es por eso por lo que la muchacha está tan agitada sino por Bruno. Su último encuentro fue bastante frío y algo más distante de lo habitual. El martes fue a buscar su móvil a casa del chico que ya lo había encontrado en el desván. Se saludaron, cruzaron un par de frases y la chica se fue por donde había venido, eso sí, después de que Bruno le hubiese confirmado que lo del cine seguía en pie.

Entra en casa y se sorprende al encontrar allí a Dani, normalmente es ella la primera en llegar.
-Qué pronto has venido hoy, ¿no?
-Son las tres menos cinco, Azi, eres tú la que llega tarde.
-¡¿Ya son las tres?!
-Sí, ¿qué pasa?
-Que he quedado con Bruno para ver una peli aquí y todavía no he decidido cuál.
-¿Para un chico? Cualquiera menos una romanticona.
-¿Y qué propones?
-Una de terror, a los chicos nos flipan..
-Vale, ¿la escoges tú?
-Claro.

Dani se pone a rebuscar entre los DVD del salón mientras Azahara se va a su habitación a ponerse algo más cómodo, no soporta estar con el uniforme más de lo estrictamente necesario. Ella no es una chica de falditas de cuadros y camisitas blancas. Dani le grita desde el salón que ha encontrado una perfecta y su  móvil se pone a vibrar en el bolsillo del pantalón. Lo coge. Es un mensaje de Bruno: “voy a llegar un poquillo tarde, a eso de las siete. No te importa, ¿no?”. “No, tranquilo, te esperamos.” “Gracias, eres un cielo”.

Puntual como siempre, Bruno llama a la puerta a las siete en punto. Azahara abre y le hace pasar. Los chicos disfrutan de la película, Azahara no tanto. Las películas de terror no son sus preferidas, a ella le gustan las fantásticas, las de aventuras y, sobre todo, las de amor, a pesar de que las protagonistas de estas últimas sean tontas y pijas. Al acabar la peli, Dani está cansado y decide abandonar el salón e irse a la cama.

-Ha estado bien, la peli.
Azahara se encoge de hombros.
-¿No te ha gustado?
-No es mi preferida.
-¿La has puesto por mí?
-Por ti y por Dani. A vosotros os ha encantado.
-A mí no me habría importado ver otra. Es más, he traido una que estoy seguro de que te va a encantar. Podemos verla ahora si quieres.
-¿Es de tu hermano?
-Sí, la hizo el año pasado. El protagonista es amigo mío si eso un día podemos quedar con él y con su chica.
-Sí, ¿por qué no? Vete poniendo la peli que voy a hacer más palomitas.

Es una peli romántica pero la protagonista no es una niña tonta consentida. Es una película bastante corta comparada con la anterior que duraba dos horas. Cuando Azahara enciende la luz todavía quedan palomitas en el bol. Bruno lo sostiene y lo mira con picardía. Ella vuelve al sofá y al sentarse le cae una lluvia de palomitas por encima.

-¡Bruno!
-Shhh, que vas a despertar a Dani.
-Te voy a matar- dice bajando la voz.

El chico echa a correr por el pasillo y se encierra en el baño.
-Ya verás cuando salgas.
-No, no. Tregua- pide mientras sale con las manos en alto.
-Vale, pero que conste que te perdono sólo por haber traído la peli.
-Pues tengo más, podemos pasarnos toda la noche viendo pelis.
-Me parece bien.

Media película después Azahara se queda dormida.

-¡Qué guapa está cuando duerme!

Bruno coge una manta que hay sobre la butaca y se la pone por encima. Se tumba junto a ella y apaga la televisión. Le da un beso en la mejilla y cierra los ojos.