viernes, 8 de febrero de 2013


La segunda parte del concurso consiste en un dibujo de personas. Azahara no tiene muy claro qué es lo que va a dibujar. Primero piensa en retratar a Bruno, su belleza ha dejado una huella en ella pero al final se decide por dibujar a su hermano y a Ainara jugando con una pelota. Satisfecha con el resultado deja a un lado las pinturas y descubre que Bruno no para de mirarla. Intenta ver su dibujo pero él adivina sus intenciones y lo tapa con la mano. Después Bruno le dirige una sonrisa y ella abandona su propósito. El timbre con el que finaliza el tiempo suena apenas unos minutos después. Entregan sus dibujos y la sala vuelve a llenarse de amigos y familiares. Dani aparece y Azahara se pone a hablar con él. Al no ver a Ainara junto a su hermano, la busca con la mirada y la ve hablando con Bruno. ¿Qué hace Ainara hablando con él? ¿Acaso lo conoce? Ainara se da cuenta de que su amiga la está mirando, se despide de Bruno y se une a Dani y su hermana. Se van, Azahara sigue intrigada sobre la relación de Ainara y Bruno, así que cuando Dani se va a su cuarto a hacer deberes, decide interrogar a su amiga.

-¿Conoces a Bruno?
-¿Quién? ¡Ah! El chico del concurso. No, no lo conozco.
-¿Y por qué estabas hablando con él?
-Porque es muy majo. Cuando llegue y me vio con tu hermano me preguntó si te conocía y estuvimos hablando, nada más.
-Y, ¿de qué hablabais?
-De cosas. ¿Y qué tal te ha ido el concurso?
-Bien, pero no creo que pueda ganar, había muchísima gente que además, según me han dicho, da clases y va a academias.
-¡Qué poca confianza tienes en ti misma!
-Ya…

 

No anuncian el ganador del concurso hasta una semana después. Azahara vuelve a la sala donde se llevó a cabo el concurso, en esta ocasión, sola. Bruno ya está allí.
-Hola. ¿Qué tal? ¿Nerviosa?
-La verdad es que no. No tengo posibilidades de ganar.
-Sí que las tienes. Todos las tenemos. Eres muy pesimista, ya me lo advirtió tu amiga.
-¿Ainara?
-No lo sé, esa amiga tuya.
-Ainara.
-Pues esa.
-Pero no os conocíais ¿no?
-Shhh. Va a empezar.

Azahara obedece y guarda silencio mientras la cuarentona del concurso sube a la tarima y coge su micrófono.

-Este año nos ha sido muy complicado tomar la decisión. Hemos tenido entre nuestras manos verdaderas obras de arte, pero entre ellas destacaban las de dos jóvenes artistas-la mujer para para coger aire, un silencio muy incómodo y estresante para todos los participantes-.Y nos ha sido imposible decidirnos entre los dos así que, en esta ocasión y sin que sirva de precedente, tenemos dos ganadores.

Los murmullos se levantaron entre los jóvenes que aguardaban cada vez más inquietos la decisión final.

-Por un retrato majestuoso en el que se expresan todos los sentimientos y miedos que vosotros habéis sentido durante este concurso y en el que resaltan la utilización de apenas unos cuantos colores y la seguridad de un buen pintor. Damos el premio a Bruno Fernández.

Todos los asistentes le conceden un gran aplauso al joven que se levanta de la silla que está junto a la de Azahara para encaminarse a la tarima y recibir su premio. La mujer le hace entrega de un diploma, un pequeño trofeo y algo más que Azahara no puede identificar desde su asiento. Los aplausos cesan y la mujer  coge de nuevo el micrófono y se dirige al resto de concursantes.

-En segundo lugar, por un  bosque tan real que parecía extenderse ante  nuestra vista y por la inocencia que desprenden los trazos, el premio es para Azahara Vega.

Azahara no puede creerlo. ¡Su dibujo ganador! Y no sabe cómo reaccionar. El resto de concursantes aplauden por ella y Bruno le incita a levantarse de su silla. Ella se levanta despacio y con paso inseguro se acerca a la tarima. Bruno le ofrece la mano y ella la estrecha entre las suyas. La mujer la felicita y le entrega un trofeo como el de Bruno, un diploma y un pequeño sobre con dinero. La mujer sigue hablando pero Azahara continúa sumida en el estupor y todo parece borroso a su alrededor. Cuando la celebración acaba, Azahara vuelve en sí. Bruno le ayuda a bajar de la tarima de apenas diez centímetros de altura.
-¿No te lo crees todavía?
-No. ¿Tú sí?
-No es la primera vez que gano.

La joven le mira sorprendida pero luego se da cuenta de que puede que Bruno lleve toda la vida participando en concursos de ese tipo y eso deja muchas probabilidades de ganar algún que otro premio.

-¿Cuántas veces has ganado este concurso?
-Tres de las cuatro en las que he participado.
-¡Dios! Eres un genio.
-Esta vez he ganado gracias a ti.
-¿Gracias a mí?
-Sí.
-Pero si yo no he hecho nada para ayudarte.
-Mi retrato, el que me ha hecho ganador, era tuyo. Te dibujé a ti mientras dibujabas y eso es lo que me ha hecho ganar.
-Pero ¿por qué a mí? Podías haber pintado a cualquiera.
-Porque tú tienes algo especial, no sé, pero me gusta- Azahara esquiva su mirada y Bruno mira su reloj de muñeca-. Bueno me tengo que ir que ya se está haciendo tarde.
-Sí, yo también tengo que irme. Adiós.
-Adiós, Azahara, un placer haberte conocido.

Él se aleja por la calle perpendicular al edificio y ella toma la paralela. Cuando llega a casa Dani y Ainara la esperan en el salón. La felicitan orgullosos y después los tres juntos comen una lasaña que les ha preparado la madre de Ainara. En la mente de Azahara sigue presente la imagen del chico alejandóse por la calle y de su vida.

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